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Terapias corporales
La increíble capacidad de autocuración de nuestro cuerpo
está recién siendo descubierta por los científicos en su
vasta dimensión. Este conocimiento es a veces transmitido a
regañadientes al público, pues implica el hecho de que el
cuerpo no opera desde un parámetro solamente físico, sino
que las emociones y la mente están tan asociados a su
funcionamiento que es imposible separarlos.
Esta asociación “mente-cuerpo” es el terreno de exploración
de las terapias corporales desde hace años. Existen muchas
técnicas que pueden incluirse bajo este rótulo. ¿Qué
buscan? Que cada persona se reencuentre con la sabiduría
innata del cuerpo; que escuche sus mensajes, que le hablan
de conflictos reprimidos y de maravillosas vivencias a la
espera de ser conocidas; que lo libere de corazas y
tensiones a que lo sometemos para dejarlo expresarse en la
gracia natural que todos poseemos cuando lo sentido, lo
pensado y lo actuado se unen desde el corazón. ¿Cuántas terapias
corporales existen? Decenas, antiguas y modernas.
Probablemente, las más tradicionales sean las que trabajan
con la energía, un concepto fundamental en este campo. Ésta
circula por el cuerpo por canales o meridianos, que están
relacionados con distintas funciones físicas, emocionales y
mentales. Existen varias formas de actuar sobre estos
meridianos:
acupuntura,
shiatzu,
Do In,
digitopuntura,
reflexología, etc.
Las tradiciones orientales
llevan el concepto de energía más allá de lo físico
implicando la movilización de varios cuerpos sutiles, de
diferentes densidades, con siete puntos primarios: los
chacras. La conciencia y alineación de estos cuerpos su
armonía con lo divino es la base de varias escuelas, como el
yoga, la meditación, el
tai chi, el
reiki, el
healing,
etc.,para nombrar exponentes de diferentes culturas.
En Occidente, se pueden
encontrar técnicas como el método
Mezieres, que hace
hincapié en elongar la musculatura posterior, evitar la
rotación interna de los miembros inferiores y el bloqueo
diafragmático. Una seguidora de este trabajo es Therese
Bertherat con la Antigimnasia.
La
Eutonía, de
Gerda
Alexander, busca la adaptabilidad del tono muscular a los
cambiantes estímulos tanto interiores como exteriores, en
lugar de la fijación a uno al que estamos sometidos sin
darnos cuenta. Es un método muy sutil de exploración
conciente, en las antípodas de los que recurren a la
manipulación del sistema muscular y conectivo u osteo-neuronales,
como el
Rolfing, la
Osteopatía
o la
Quiropraxia, en los
cuales el Terapeuta realiza masajes o alineaciones
específicas.
Y ya que mencionamos los
masajes, estos también tienen una larga tradición. Diversas
escuelas se han influenciado mutuamente, dando lugar a un
enriquecimiento en su aplicación y sus efectos, que los han
convertido no sólo en placenteros y relajantes, sino también
en terapéuticos.
Otros caminos
“biomecánicos” son la Técnica Alexander, que prioriza el
área de control primario, esto es, la relación entre cabeza
y columna y el Método Feldenkrais, que busca reprogramar el
sistema nervioso, haciendo que cada movimiento sea más
eficiente y económico, mediante manipulaciones suaves o por
ejercicios simples, que persiguen ampliar los límites a los
que nos circunscribimos.
En el terreno de la
relación mente-cuerpo ha influido largamente la labor del
Dr. Wilhelm Reich, un médico psiquiatra contemporáneo de
Sigmund Freud. Reich descubrió que las experiencias
emocionales de las personas han cortado su fluidez ,
constituyendo bloqueos musculares (corazas de carácter). La
tarea de la terapia es concientizarlas, a fin de que emerjan
los contenidos mentales y emocionales subyacentes y
solucionar conjuntamente la disolución de la coraza física y
el componente psicológico que lo ocasionó. Restituir el
libre flujo de energía significa recobrar el estado original
de bienestar y unión con el Universo que nos es natural.
Pareciera que Oriente y Occidente se vuelven a unir...
Uno de sus discípulos,
Alexander Lowen, es el creador de la
Bioenergética, una
terapia que aúna la liberación física de los bloqueos
mediante respiración, ejercicios, masajes y expresión
emocional y el enfoque psicoanalítico en su resolución.
Otros terapeutas han seguido los postulados de Reich,
enriqueciéndolos con propuestas espirituales, como John
Pierrakos (Core Therapy),
David Boadella (Biosíntesis),
Roberto Assagioli (Psicosíntesis).
La
Gestalt, creación de
Fritz Perls, si bien no es estrictamente una terapia
corporal, se apoya en la experiencia directa del aquí y
ahora, en el darse cuenta de lo que sucede en cada instante,
y se ayuda de las reacciones corporales para ello.
A esta altura, ya debe
estar desintegrándose con tanta diversidad de técnicas. Es
hora de integrar, entonces. Existen terapias que justamente
proponen la concientización de la unidad que realmente somos
de cuerpo-mente-espíritu. Y no sólo del paciente, sino
también del terapeuta. Este debe trabajar continuamente en
su propia alineación, a fin de crear el espacio necesario
para que el proceso de sanación ocurra. Se trata de
establecer una comunicación fluida de Ser Interior a Ser
Interior, en la que ambos se enriquezcan mutuamente. Que no
se lleve por reglas fijas de tecnicismos, sino por la
escucha intuitiva y abierta de las necesidades profundas del
paciente, para poder así abrir canales que le faciliten el
acceso a su propia fuente interna de sabiduría y bienestar.
Para ello, el terapeuta utiliza algunos de los métodos
citados, sin atarse a ellos en forma dogmática, ya que la
flexibilidad en la respuesta es su don. Cada persona es
diferente y atraviesa distintas etapas, en las que será
necesario a veces abordajes físicos (sean suaves o
movilizadores), exteriorizaciones emocionales, reflexión,
energía, conexiones espirituales o quizás bailar o dibujar,
todo sin olvidar jamás que somos una unidad, manifestada en
un cuerpo físico.
Muchas veces se escucha
“Quiero cambiar”. ¿Qué cambia, quién?. Primero, es
necesario aceptar lo que somos y luego amar lo que somos.
Adriana Schnake dice: “lo que somos es siempre mejor que la
fantasía de lo que queremos ser”. YA somos perfectos. YA
tenemos lo que deseamos. YA somos suficientes tal cual
somos (como dice Richard Moss). La tarea consiste en
despejar los velos que lo cubren, a fin de que la Luz emerja
de allí donde siempre está, para seguir co-creando con el
Universo. Cuerpo–Mente-Espíritu / Materia-Luz-Poder juntos.
Autora : Laura Foletto
www.abrazarlavida.com.ar
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